Creo en la educación

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martes, 29 de noviembre de 2011

Mi primer libro de historia


¿Qué mundo llevan dentro? ¿Qué esconden sus pequeñas cabecitas?: películas, dibujos, ordenador, imágenes de libros y periódicos, telediarios, apreciaciones de sus padres, de sus amigos, de la seño… Estamos en el mundo de la imagen. Las imágenes nos dominan. ¿Qué es lo que conforma esas cabezas del futuro? ¿Cómo pueden procesarlo ellos solos? Pero lo consiguen, nuestros pequeños son impresionantes. ¡Cómo razonan! ¡Cómo se forjan su mundo!
No estaría mal un empujoncito, una pequeña ayuda, para que pongan orden a sus apreciaciones.
Démosles estructuras fuertes y guiémosles para que construyan un buen armazón y sigan montando el conocimiento del mundo, partiendo de lo cercano y de su corta experiencia.
Ahora es el mejor momento para conseguirlo. Durante la adolescencia sus cabezas y sus músculos estarán centrados en otras tareas. ¡Tienen tantas ganas de conocerlo todo, de aprender, de investigar! El mundo es cambiante, nunca como ahora pasan las cosas tan rápidamente. Tenemos que ayudarles, además de a controlar sus emociones para desenvolverse gratamente, a que encajen los cambios en el rompecabezas de la historia, de nuestra historia, de su historia. El que conoce su mundo sabe vivir mejor en él.
Sirvámosles de guía en esta construcción. Seguro que será muy gratificante y divertido. Dejémosles hablar. Ellos nos contarán qué es lo que saben y ahí comenzará esta ODISEA.






    - Estamos viendo cómo son las ciudades y cómo han crecido y cambiado a lo largo de        la historia, ¿Qué os parece si hacemos un plano de nuestra ciudad para ponerlo en el aula?.


Siete iglesias en mi pueblo, 
todas cambian de color,
amarillas por el día,
rojas al ponerse el sol.


En mi pueblo las iglesias
tienen las orejas tiesas.
En mi pueblo las iglesias
tienen las orejas tiesas.




Santa María la grande                           Y la Ermita de la Virgen,
cerca del castillo está,                            que al cielo quiere llegar,
la redonda Magdalena                     utiliza su espadaña
se balancea al compás.                             para poderlo alcanzar.

La más pequeña  y coqueta,                      Y allá cerca del Calvario,
está junto al Hospital,                             como queriendo llorar,
para que los abueletes                             San Juan de Dios duerme triste
vayan todos a rezar.                               esperando despertar.

San Francisco y la Farrapa              En mi pueblo las iglesias
muy cerquita las verás                             tienen las orejas tiesas.
las mañanas de domingo                            En mi pueblo las iglesias
que repican a la par.                                tienen las orejas tiesas.

                                                                                   Carmen Rodríguez Díaz
  
- Si, seño, pero, ¿por qué no salimos de excursión a recorrerla  y   llevamos las gafas        del tiempo que nos ha regalado Sela?
  - ¿Y si visitamos también nuestro castillo? Mi mamá nos lo puede enseñar, trabaja allí. Me contó muchas cosas
   - De acuerdo, si queréis terminamos en el castillo, lo miramos también con la gafas de Sela y recorremos el museo

-         Seño, tengo una idea: ¿por qué no construimos nuestro castillo en la clase?
-         ¿Y con qué lo podemos hacer Bruno?
-         Con piezas de construcciones. ¿Qué os parece?
-         No nos van a llegar, nuestro castillo es muy grande, seño
-         Tienes razón Ale, ¿con qué crees tú que podemos hacerlo?
-         Seño, ¿y si lo hacemos con cajas de zumos?
-         Me parece buena idea María, ¿y a vosotros que os parece
-         Vale, las traemos de casa y lo construimos como si fueran piedras.
                                                               
                               
                 
          
            - Seño, y en una caja
              le dibujamos a 
           "La Princesa Coruja
                      ¿vale? 








                                                                             
-Si, seño, pero a mi me gustaría que trajéramos una piedra de verdad del castillo, así sería más auténtico. Sí, de las de la entrada
- Pero no podemos traer piedras del castillo Claudia, esas son piezas de museo y están guardadas en vitrinas para que todo el mundo las pueda ver y conozcan su historia. ¡Podemos ir a verlas allí! ¿Qué os parece?
- Pero yo tengo piedras de los romanos en casa, seño. Mis padres fueron arqueólogos antes de yo estar en la barriga de mi madre.
-  Javi, pero ¿tú sabes quiénes fueron los romanos?





 




-       - Si, unos guerreros que hacían muchos Coliseos y peleaban siempre por ganar a otros pueblos.
-        - ¿Así como los medievales?
-        - Sí, Felipe, eran muy brutos, hasta peleaban con los leones.
-       -  Mi mamá trabaja en Mérida y me puede traer una piedra del teatro romano




- Pues yo tengo piedras de los hombres primitivos que encontré con mi padre en el campo de la sierra de Alor.
-   Manuel, ¿y quienes fueron los hombres primitivos?
- Dice mi mamá que eran los primeros hombres del planeta y que venían de los monos.
-  Claro, tu mamá sabe mucho, como le da clases a los niños mayores…














  












- ¿Alguien más tiene algún tesoro de museo en su casa que nos lo quiera enseñar?
-  Yo tengo fotos de momias del museo de Madrid y he visto momias de verdad.
-  David, ¿qué son las momias?
-  Si, seño, son de los egipcios
- Yo tengo un libro de egipcios. Mañana lo traigo, ¿quieres seño?
-  De acuerdo Rubén, nos gustará verlo ¿Y quiénes eran los egipcios?
- ¡Jo, seño!, pues los que hicieron las pirámides.
-  Juan, pero ¿las pirámides las hacen ahora los egipcios?
          - No hace mucho tiempo, lo he visto en los Little Einstein.
          - Seño ¿verdad que fue hace mucho tiempo, en la época de Jesús?
       - Lucía, Jesús nació después, cuando él vivió ya habían hecho los egipcios sus         pirámides. Jesús es del tiempo de los romanos.
          -  Seño
          -  Dime Irene
         -  ¿Los egipcios se alumbraban con bombillas o con velas como nuestros abuelos?
          - ¿Quiénes vivieron antes, los egipcios o nuestros abuelos?
          - Pues los egipcios, ¡qué cosas tienes, señorita!
         - Si nuestros abuelos no utilizaban bombillas, ¿tú crees que los egipcios ya las usaban?
          -  No, pero ¡como eran tan listos…



-  La bombilla la inventó Edison, que vivió no hace mucho tiempo
-  Seño, ¿y tú como lo sabes?
-  Mira Marcos, “Todo está en los libros” y también en los museos         
-  Pero los hombres primitivos no escribían libros y tú sabes muchas cosas de ellos.
- Pero tú también sabes Nur que los restos de esos pueblos han quedado enterrados y gracias a los paleontólogos, a los antropólogos y a los arqueólogos, como los papás de Javi, que buscan y rebuscan en el suelo, podemos saber cosas de antes de que se inventara la escritura y existieran los libros.
-   Claro seño, como de los dinosaurios.
-   Si, Iker, igual que de los dinosaurios.
-   Pues yo de mayor quiero ser paleontólogo. En el patio me encontré el otro día una piedra, que esa si que es de los hombres primitivos, hasta cortaba. La voy a llevar a un museo y me voy a hacer famoso.
- Me parece buena idea, Diego. Pero, ¿que os parece si hacemos nosotros nuestro propio museo en la clase?
-   ¡Vale, vale!, ¡y podemos traer a los papis para que lo vean!




- Me parece una idea estupenda Andrés; así, chicos, que a trabajar todos juntos. Nos repartiremos en grupos y traeremos material de casa. Nuestros papis nos ayudarán. ¿OK?
-  ¡Que way!, dicen Laura y Rocío
-   ¡Ahora sí que nos vamos a hacer famosos!, concluye Juan
-   ¿CÓMO PODEMOS LLAMAR A NUESTRO MUSEO? Decidme nombres
        1.       Hombres que ya no están
-         Pero que ya no están dónde?
-         Pues en el planeta Tierra,
-         Pero que están en el cielo con Jesús, ¿verdad, seño?
-         Pues claro, Lucía
2.     Los tesoros del planeta
          -    ¿Y por qué los tesoros, Carmen?
          -    Porque se encuentran cosas debajo de la tierra, como los tesoros  
3.     Pueblos antiguos
           -    Muy interesante Rubén
4.     Cuando el planeta era pequeño
         -   Pero el planeta ya no es tan pequeño, y a mí me gustaría también poner     
              a los marcianos del futuro
         -   De acuerdo, Javi, dejamos un rincón para el futuro si tú quieres.

                                     
   5.     Los cumples del planeta
      -   ¿Qué quieres decir, Natalia?
     -   Pues, seño, igual que nosotros cumplimos      años, el planeta también los
    cumple y podemos hacerle fiestas y regalarle tartas
    -   Bueno, me parece buena idea. Y a vosotros, chicos, ¿os gusta “los
    Cumples del planeta”?
      -      Si, y podemos invitar también  a los papis a las fiestas de cumpleaños
   -  Vale Andrés, se lo diremos también a los papis



Después de una votación a mano alzada, contando los votos, por supuesto, ha salido elegido el nombre de “los cumples del planeta”
Colocaremos una cuerda de pared a pared, como una línea del tiempo, en la que iremos señalando los cumpleaños del planeta:






Y así ha comenzamos nuestra ODISEA DEL TIEMPO, el tiempo del ser humano en el planeta.
Papis, estáis invitados a participar en nuestro “primer libro de historia”. Ayúdanos desde casa.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Carmen: Una hermosa experiencia con tus niños ¡Qué orgullo de maestra!
Estos romanos son deliciosos y para nada tienen cara de belicosos ni de busca riñas, pero sin duda han aprendido muy bien la lección.
Daniela.

Anónimo dijo...

La verdad es que no sabes la envidia que me das. Estás encantada con los enanos y tu trabajo y además ellos reaccionan estupéndamente a todas tus propuestas.
Ruth.

Carmen dijo...

Gracias por tu comentario. Tenéis unos enanitos estupendos. Todo funciona gracias a vuestro apoyo

Anónimo dijo...

Lo tuyo es vocacion y eso se nota . Enhorabuena

Anónimo dijo...

ACABO DE HACER EL JUEGO DE LOS CUMPLEAÑOS DEL PLANETA.
DAVID

Carmen dijo...

FELICIDADES DAVID. ESTOY SEGURA QUE LO HAS CONSEGUIDO A LA PRIMERA. BESITOS